Guón Integral de para medios Audiovisuales

¿Qué tiene en común la última gran película que viste en el cine, el informativo de radio que escuchaste, los diálogos ingeniosos de la comedia de situaciones que más te gusta, un documental de autor que te dejó pensando, las historias personales de un reality show y ese video que es furor en Internet? El guión. 

Aunque no lo veamos, el guión siempre está. Es el alma de cada uno de los proyectos audiovisuales, la columna vertebral, la guía. Sin un buen guión, no hay una buena historia. Y sin una buena historia, no hay interés. 

Un buen guionista es aquel que logra plasmar esa historia que hace mover al resto de los que trabajan a su alrededor. Detrás de cada guión, habrá productores, directores, realizadores, actores, periodistas, programadores, asistentes. Cada uno con una función específica pero con un objetivo común: pasar ese guión a un formato audiovisual. 

En cada plano que el guionista describa, habrá un director que lo interprete; en cada uno de los diálogos que piense, un actor o actriz que le ponga el cuerpo; en cada uno de los textos informativos que redacte, un locutor o periodista que los dará a conocer. Y así. 

El guión es el que mueve todo el engranaje, el que reparte el juego, el que explica qué contar y cómo hacerlo. Y esa tarea no se aprende de un momento para el otro. Requiere de ingenio y creatividad, pero también -como todo oficio- de esfuerzo y dedicación. 

El guionista tiene que ser capaz de plasmar sus propias ideas pero también ser el mejor intérprete y ejecutor de las ideas de otros, tiene que poder defender sus trabajos pero también tener la suficiente paciencia y humildad para reescribir cuantas veces sea necesario.

Este es un mundo apasionante, donde una idea que parece increíble termina en el tacho de la basura y otra por las que nadie apuesta nada, se convierte en el mejor de los proyectos. Es un mundo donde las ideas valen. En Eter creemos que esa próxima gran idea puede ser la tuya.